Cuando a fines del 2010 Betty Castañón me convocó para este proyecto, acepté el desafío sin dudar. Para alguien que no tiene el oficio de escritor, el reto era enorme pero la propuesta me pareció fascinante. Ahí comenzó la aventura de la investigación, tarea ardua y meticulosa, no por eso menos placentera. Las entrevistas personales, la lectura de artículos periodísticos, correspondencia y otros documentos despertaban cada vez más mi curiosidad y encendían mi entusiasmo. Largas horas sumergida en los archivos de la institución develaron una valiosa colección de fotos, actas, memorias y cartas personales celosamente custodiadas y conservadas en perfecto estado por más de medio siglo, esperando a ser rescatados como testimonios elocuentes del crecimiento sostenido de la institución.
La reseña, escrita desde mi doble perspectiva de testigo y partícipe al mismo tiempo, aborda los primeros 70 años de la Asociación; su fundación, personajes paradigmáticos, su evolución en materia de enseñanza y su participación en la vida de la comunidad. El texto consigna una serie de datos que al lector casual puedan quizá resultarles no muy significativos o anecdóticos pero que seguramente para los protagonistas de esta historia cobran su verdadera dimensión.
Agradezco a cada uno de los que colaboraron con esta publicación, en especial a quienes enriquecieron el relato con sus testimonios personales.
En lo personal, es mi deseo que más allá de sus limitaciones, la obra sirva como reconocimiento a la labor de todo el personal docente, administrativo y de servicio, consejeros, socios y alumnos, quienes hicieron posible que la Cultural se convierta en la gran institución que es hoy.
Silvia Cantero